viernes, 19 de enero de 2007

¿Quien le pone la cola al burro?

Si no decimos lo que sentimos, muchos pensarán que estamos conformes. Estas opiniones y críticas van en pro de una mejor calidad de vida para todos.
Estamos viviendo en un sistema que está mal y rodeados de personas con cargos administrativos que todos los Chilenos pagamos y poco hacen por nosotros.

A este país le hacen falta personas con voluntad para llevar adelante y URGENTE, proyectos importantes, como es por ejemplo: la verdadera reforma de la Salud. Personas emprendedoras, estudiosas y luchadoras por causas que afectan al 80% de los Chilenos. El resto, el 20%, tiene recursos y no ve ni vive la realidad que nos toca a nosotros.



(Se la diferencia de los dos grupos ya que la vida me permitió estar los dos extremos, de niño en un buen colegio particular, estudios universitarios, y ya egresado con mi esfuerso pude ingresar a una Isapre hasta quedar sin trabajo y caer en el sistema público de Salud como indigente por vivir con el vih)

Sabemos lo precaria que son su infraestructuras, presupuestos, insumos, edificios añejos que apilan en sus patios y a la vista del público camas de fierro oxidadas, boxes que traen a la memoria tomas de alguna película de la segunda guerra mundial, salas de espera oscuras y mal olientes, filas interminables para recibir por una ventanilla un par de tabletas para la semana o mes, salas de recuperación frías y baños que me acuerdan los del servicio de la casa de mi bisabuela, salas recicladas y remodeladas sobre estructuras que no tienen arreglo, cables a la vista por todos lados, puertas que no cierran con cadenas y candados de seguridad, consultas habilitadas con materiales de deshecho, sillas de madera tipo colegio rural de mil diseños diferentes que al parecer compraron en un remate fiscal, etc.


Gracias doy al caballero de arriba, porque hay aun personas que atienden con una sonrisa en la cara y te suavizan el mal rato de las eternas esperas; como también me enojo con el, por tenernos tan abandonados y dejar que otros abusen de sus cargos para tratarnos y atendernos mal.


En el Hospital Salvador, por ejemplo, cada vez que uno debe hacerse un examen, debe llevar una jeringa, lo anotan en el reverso de la receta las operarias cuando dan la fecha y hora de atención.

No basta salir a la calle para darse cuenta de lo mal que estamos, se nota en la cara de las personas, ya no se ven caras alegres y sonrientes, se ven caras tristes, cansadas y aburridas, que sienten el temor de caer enfermos, de sufrir un accidente e ingresar a un hospital público.

Los políticos han llevado a los países al desastre como lo hemos visto a lo largo de la historia y la iglesia no lo ha hecho nada de mal. Cada uno defiendo su postura, como caballo que tira una carreta, no miran para los lados. Señores, no están solos, somos muchos que pensamos diferentes y queremos ser también respetados por pensar así y no llamados opositores.

En vez de seguir llenando sus arcas con fortunas que nunca podrán disfrutar y gastar, por que no la invierten en servicios para la comunidad?, una comunidad sana es mucho más productiva.

Un sueño sería que la iglesia o un político como S. Piñera invirtieran en un nuevo Hospital para Santiago. Propongo, y es una idea factible, demoler el antiguo Hospital Salvador y en ese terreno construir un gran centro de atención, es totalmente posible. Claro que proyéctenlo inteligentemente a 100 años, para que no estemos en 10 años más colapsados y escribiendo nuevamente.

La opción política de esta persona brillante que todos esperamos que aparezca poco debe importar, como también su religión.

Ojala en un futuro cercano llegue quien le ponga la cola al burro.






Fotografías: Eduardo Valenzuela

martes, 2 de enero de 2007

Pateando contra el sistema

El año comenzó con penas, sentimientos encontrados y una vez más pateando contra el sistema.


Tengo un amigo, un querido amigo, que hace casi 3 años por una negligencia médica, casi le amputan una pierna. De no ser por la madre que pidió la opinión a otro especialista hoy no la tendría.

Todo comenzó después de un grave accidente mientras hacia deporte en la nieve, se fracturó la cadera. A raíz de esto tubo varias intervenciones quirúrgicas y en una de ellas se le instaló en su organismo el Estafilococo Dorado. Esto le trajo como consecuencia la descomposición de los huesos comprometidos y la mejor opción para el matasanos que lo atendía en ese momento era amputar la pierna.

Como dije anteriormente, la madre no se quedó con la opinión de este carnicero profesional y vio a otro especialista quien acertadamente decidió eliminar las partes de los huesos afectados por el Estafilococo Dorado, quedando intacta la pierna, pero con el fémur sin su cabeza y la cavidad femoral deformada.

Tres años de dolor, en cama, inmóvil, con drenajes y con las consecuencias post operatorias. Recién hace 8 meses, se levanta de su silla de ruedas y comienza a caminar apoyado por bastones. Con la convicción de solucionar su problema en buenos términos, incluso pensando en llegar a las últimas consecuencias: una demanda a la institución hospitalaria donde adquirió el Estafilococo Dorado.

Luchará por sus derechos solicitando el implante de una prótesis para volver a caminar solo y tener una vida normal.

Lamentablemente este tipo de operaciones y prótesis no las cubre ni el plan auge ni fonasa. El no tiene Isapre, tubo que retirarse después del accidente por perder su trabajo y fuente de ingreso, y el dinero ahorrado y sus bienes fueron vendidos y destinados a cancelar un trabajo mal hecho. Su familia por otra parte, también colaboró con los gastos de este insidente y hoy Mariano de 33 años, vive con su madre que lo cuida.

Las marcas que reflejan en su cuerpo el paso por el pabellón quirúrgico, confirman una vez más que si no hay dinero suficiente, las heridas de guerra se notan, el poco cuidado y dedicación profesional también, según el dinero invertido y el lugar donde se hagan.

Insisto: La salud es un derecho NO UN PRIVILEGIO.
Mariano: Quiero verte caminar, se que juntos lo lograremos.



PROTESIS DE CADERA:
La prótesis total de cadera consiste en reemplazar las dos partes que conforman la articulación de la cadera. Por un lado el acetábulo o cotilo que corresponde a la parte de la pelvis de la cadera y por otro lado la cabeza del fémur.

Existen múltiples tipos de prótesis de cadera. Con el avance de la tecnología se han podido desarrollar nuevas prótesis con materiales de última generación. Actualmente la duración de una prótesis total de la cadera es aproximadamente de 15 años.

La selección de que tipo de prótesis debe colocarse, tiene que ser una decisión específica para cada persona en particular.
En términos generales se puede resumir de la siguiente forma:

- En pacientes jóvenes (menores de 65 - 70 años) se recomienda la utilización de prótesis no cementadas de titanio. Las ventajas de este tipo de prótesis son que permiten que el hueso del paciente crezca y se adhiera a la prótesis dando una fijación duradera. Además la nueva tecnología permite que en caso de desgaste de la prótesis, se puedan cambiar los elementos desgastados y no tener que sacar la prótesis completa.

- En pacientes mayores (mayores de 70 años) se recomienda la utilización de prótesis que se fijan al hueso con cemento. Esto debido a que la calidad del hueso en pacientes mayores es peor y por lo tanto no tiene la capacidad de adherirse a la prótesis.

- En algunas personas también se pueden realizar prótesis mixtas en que una parte se fija al hueso sin cemento y la otra con cemento. Este tipo de prótesis se llaman prótesis híbridas.