sábado, 7 de abril de 2007

Detener el tiempo de compartir



No he determinado nada, por el momento solo quiero escarbar en el tiempo que juntos compartimos y revisar nuestro comportamiento durante ese recorrido.
Y por lo mal que lo he pasado, es que quise detener aquí mi tiempo de compartir contigo.

En esas fracciones de tiempo juntos, nos desnudamos (hablo por mi) y mostramos nuestra intimidad, conocimos algo de ambos, el lado bueno y el malo, la verdad y la mentira, lo real y lo irreal y porque no decirlo la locura y la irracionalidad.

Es triste escribir que para mi fueron más los malos momentos que vivimos juntos que los buenos. No negaré que los momentos buenos fueron excepcionales y te lo agradezco por haberme acompañado y hacerme feliz, pero no puedo dejar de reconocer que los malos momentos me dejaron un sabor amargo aun difícil de tragar.

Esto me llevará a meditar, concluir y asimilar nuevas decisión sobre valores y emociones antes no vividas y experimentadas. También a mirarte de lejos y volver a dormir solo por un tiempo.

Haré un balance de lo bueno y lo malo y decidiré que es lo mejor para mi y lo que realmente me corresponde hacer desde hoy en adelante.

Todos actuamos de acuerdo a nuestros propios valores, creencias y expectativas y la forma de eliminar el sufrimiento por estas diferencias es dejar de tener expectativas sobre ti. Entender que actúas bajo tus propios términos y que tu forma de ver la vida NUNCA será igual a la mía.

Hay personas que son lobos con disfraz de oveja.
Te abrí mi corazón de par en par, como casa que hasta en la noche tiene abiertas sus puertas y la probabilidad de que entrara un ladrón a mi corazón y lo hiciera pedazos... y fue real.

Seguiré amando, confiaré en los demás y seguiré siendo inocente como una paloma... pero ahora cauteloso como una serpiente.