martes, 10 de abril de 2007

EN LA PLAZA



Aquí pasó algo. Aquí, en este mismo asiento,
yo vi tu mirada volar, y luego nada.
En esta misma plaza ocre otoñal,
donde ahora no hay nadie,
solo las hojas secas, el silencio y yo.

Salí de camino al cielo, para ver si te encontraba,
y te vi de lejos bajo un cedro centenario.
Miré con tristeza tus ojos que aún brillaban,
y acusaron tu secreto,
esa soledad tan tuya, despertaba,
de un profundo sueño: la vida.

Ya no estabas, te llamé ...
Lo recuerdo como si fuera ayer:
avenidas de cemento, tu silla de ruedas,
árboles perfumados de orina y cerveza,
entre humo de marihuana,
dulce, donde saciar tu sed.

Tu boca de cenizas ahora no quema mis labios,
sabes a rosas secas, tristes y traposas.
Triste mi sueño despertar conciente,
de un beso que podría haber sido eterno
y una separación aun en vida.

Mas la vida hiere, deja el dolor, y huye.
Se esconde y se evade en la sombra,
como tus tristes versos e insomnios perpetuos.

Y ahora que ya despierto, que como niebla olvido...
fugaces mis ojitos de cielo miran el infinito,
porque todo fue un sueño, porque despierto y miro la luz,
!Porque quiero todo!.

Ahora voy a sentarme junto al río,
y miraré pasar el agua,
soñaré que veo a través de ella,
un anillo en el fondo del agua.