jueves, 5 de julio de 2007

SOLUCION



Nací en Santiago en la Clínica Santa María un día Miércoles 5 de Septiembre a las 10 de la noche. Era primavera y seguramente por eso me inclino más por los días claros y brillantes.

Y mientras en New York culmina la primavera, aquí se vive el invierno. Siento un suave aire caliente que anuncia una tormenta y pienso en esta semana. Si!!, ha sido muy variada, mi memoria la reconstruye lentamente y casi sin intención, la recuperación del pasado como fruto del azar dispone las historias como resultado de una elección fortuita: buena compañía, reuniones con productores, componer música, continuar escribiendo una obra de teatro, editar videos, visitas a médicos, hospitales, pagar cuentas, llamadas telefónicas, actualizar y contestar email de consultas del portal www.vihsida.cl pelotazos en la cabeza, días de sol que no calientan a nadie, ir al súper de compras, largos viajes en auto, ver y oir malas noticias por tv, cocinar, lavar, guardar, ordenar, hacer aseo y secar ropa sobre la estufa.

No recuerdo desde cuando que se me viene acumulando ropa para el planchado. Esto de vivir apurado a veces me complica un poco y no me deja tiempo para hacer todo lo que quisiera.

En este inmenso y atochado paisaje que me rodea, radica al mismo tiempo mi fortaleza y vulnerabilidad.

¿Es necesario planchar mi ropa interior?